lunes, 13 de agosto de 2012

Día Dos. Resistencia a comunicarme con los demás.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma existir en la creencia de que si me comunico con los demás me bloqueo y no puedo sostener una conversación. En lugar de darme cuenta que estoy permitiendo que una creencia me dirija, limitando la expresión de mi misma.

Me perdono a mi misma por no aceptar y permitirme a mi misma darme cuenta que la resistencia es debido a una memoria del pasado que creí que era yo y de esta manera renuncié a la responsabilidad de mi misma para dirigirme con efectividad en el momento.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma justificar resistirme a comunicarme espontáneamente ya que temo ser rechazada porque creo que lo que pueda decir no es apropiado y así, me limito a mi misma. En lugar de darme cuenta que en ese momento puedo dirigirme a mi misma y asistirme a través del respiro contactando con la persona aquí en la realidad física y no permitir que la mente intervenga.

Me perdono a mi misma por no aceptar y permitirme a mi misma darme cuenta que es un engaño que la mente no me permite expresarme/comunicarme y que yo lo justifico con la creencia de que soy tímida, cundo la realidad es que tengo miedo a no ser aceptada. En lugar de darme cuenta que es una manifestación de la mente y que yo puedo dirigirme en cualquier situación que se presente.

Día Uno. Caminando mi proceso hacia el desenvolvimiento.

A la edad de 10 años, escuché una conversación en la que unas personas aprobaban la belleza de una niña de mi misma edad, y yo tuve el deseo de ser igual de bella que esa niña.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma desear que otras personas me vean bella

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma existir en comparación de mi misma con otras mujeres de acuerdo a la idea que tengo de la belleza, en separación de mi misma.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma conectar la idea de belleza con la palabra desenvuelta.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma conectar la palabra desenvuelta con ser atractiva/tener amistades/ser espontánea/ser atrevida.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma cargar la palabra DESENVUELTA con un valor positivo.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma que la imagen de una mujer atractiva existiera en mi mente como una mujer desenvuelta.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma conectar la memoria de una niña escuchando a una personas aprobar la belleza de otra niña, y desear ser como esa niña.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme a mi misma conformar mi vida  en base a la memoria de la infancia donde me sentí fea e inferior y le di un valor a la idea de ser desenvuelta/bella mas que a la vida misma que no había reconocido en mi misma.